Fuimos a Mazatlán y al ver su proceso nos dimos cuenta de que el efecto que mencionaban se daba al momento de que meter la lata. Al ser una caja chica la estructura se deformaba un poco.

 

Empezamos a analizar reuniendo a las áreas correspondientes para poder llegar a una solución. El equipo de suajado y de calidad buscamos que hacer para que el peso de la lata, en vez de afectarle le ayudara a la caja a cerrase más. Vimos que podíamos modificar para reforzar la parte superior, que es donde está la lata, para que no se abriera y quedara mejor cerrada.

 

Fue un acompañamiento mutuo donde le informábamos al cliente lo que íbamos haciendo, qué le parecía y al final cuando logramos ya tener el resultado, se lo mandamos para su aprobación y les gustó mucho.

 

“Creo que lo que nos diferencia es que a nosotros nos importa el cliente. Nosotros tenemos que ir a ayudarle a su proceso; que al operador le trabaja bien la caja que nosotros le mandamos. Si le funciona, el operador no se va a quejar y la empresa va a estar contenta. El cliente va a estar contento”.

 

He tenido mucho acercamiento con los operadores de otras empresas y me ha ayudado a comprenderlos, a decirle no, mira, yo te voy a dar soluciones.

¿Por qué? Porque eso es lo que en Litografía D’Ortega ofrecemos. Que tengas alta calidad en impresión de cajas, buena imagen y adicional, que te funcione bien.

 

D’Ortega siempre se preocupa por dar al cliente soluciones prácticas y tangibles.